He tenido la suerte de impartir una sesión en el Máster en Derecho Digital, Innovación y Tecnologías Emergentes cuya primera edición ha empezado en octubre de 2019.

Este Máster lo organiza el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), con el apoyo de la fundación de la Mutualidad de la Abogacía y bajo la dirección técnica del despacho de abogados Ceca Magán. Aprovecho para desearles mucho éxito y nuevas ediciones.

Mi reto consistió en situar a casi una treintena de juristas de distintas edades, muchos de ellos profesionales en activo de despachos o de asesorías jurídicas de empresa en el tema, introductorio, la Innovación en el sector legal. La era del New Law y del LegalTech, y que volvieran a casa con ganas de más.

No podían haberme dado un reto mejor pensé, pero luego, me pareció inabordable.

Contaba con una ventaja a mi favor: todos los presentes estaban allí ávidos de aprender y habían desayunado una dosis potente de curiosidad. Tenían el síndrome del explorador: ¡No puedo parar de aprender! (1) En este caso, el síndrome del explorador legal, es decir, el síndrome de las personas que quieren aprender continuamente y probar cosas nuevas dentro del sector legal.

Mi dificultad: la gran cantidad de información interesante recolectada después de un año explorando precisamente las iniciativas de innovación en el mundo jurídico, los diversos enfoques para la transformación digital del ejercicio de la profesión y el panorama de soluciones tecnológicas dedicadas al sector legal, así como, el impacto legal de algunas de las tecnologías emergentes (como Blockchain o la Inteligencia Artificial).

¿Por dónde empezar? ¿Cómo estructurar el contenido? ¿Qué destacar?

Decidí no resumir contenidos, ni empezar por mis propias conclusiones para no generar prejuicios que pudieran coartar a la audiencia.

Opté por orientar al público y facilitarles los recursos, que son ya muchos, sobre las posibilidades de innovar en el sector legal.

También trabajamos sobre la actitud proclive a la innovación, el origen de proyectos innovadores y la necesidad de entrenamiento y práctica para estar en modo innovador.

Aunque igual no se dieron cuenta, pero todos aprendieron un poquito a abrir los ojos, aprender a desaprender, cuestionárselo todo, sorprenderse a uno mismo, perder la vergüenza, salir de la zona de confort, trabajar en equipo, hacer conexiones y confiar en uno mismo.

Luego prestamos atención a lo que algunos llaman New Law (vs. Old Law?).

El programa del Máster se centra fundamentalmente en las áreas del derecho actual que precisamente deben tenerse en cuenta para asesorar a los nuevos negocios y plataformas digitales (Start-ups, Mobile Apps, etc), a la contratación y el comercio electrónico, a los nuevos sectores tecnológicos (FinTech, RegTech, etc) y a los que implantan nuevas tecnologías como Blockchain y la Inteligencia Artificial.

Pero también comentamos sobre los nuevos jugadores del mercado legal, desde las nuevas formas de prestar servicios legales (Alternatives legal Services), hasta la eventual posibilidad de ser reemplazados por un abogado robot.

Y, por último, revisamos, a vista de pájaro, el panorama de LegalTech existente en España, su evolución, sus dificultades, su potencial y las posibilidades para optimizar su aprovechamiento.

En principio las soluciones tecnológicas sirven para potenciar al abogado y devolverle el tiempo que ahora pierde innecesariamente en tareas de poco valor para que pueda usarlo allí donde ofrece mayor valor a sus clientes. Le permitirán ser más eficaz y, a largo plazo, más competitivo, si compra bien.

Eso sí, para poder comprar las soluciones LegalTech más adecuadas a cada caso, no quedará más remedio que invertir en detectar las necesidades propias y analizar los productos y servicios que ya hay disponibles y que son muchos. Un trabajo propio de un auténtico explorador legal.

Si te animas a explorar y no sabes por dónde empezar, no dudes en contactarme en info@lawingit.com

(1) De Yorokobu, ¡una revista enormemente inspiracional!